Informe de miembro del gremio de mercenarios

Proveniente de una familia de magos que vivían en una ciudad estado dirigida por un gobierno tiránico, nací con el don de la magia latiendo por mis venas desde pequeño. Mi familia fue asesinada cuando solo tenia 5 puñeteros años por el propio gobierno de la ciudad al encontrar un poder con el que podrían derrotar al gobierno, dos pistolas llamadas Fuego de Ragnarok, que potenciaban la magia a limites insospechados. Solo me dejaron a mi con vida ya que al tener 5 años los muy idiotas pensaron que no conocía el poder que descubrieron mis padres, pero como no sabían de que se trataba, conseguí guardarlo.
Después de pasar durante un año viviendo en la calle, robando comida de los puestos para poder sobrevivir, viviendo bajo cartones mohosos, estaba apunto de morir justo cuando ella me encontró, una mujer elfa, con su pelo morado recogido en dos coletas de las que caían bucles perfectos, su silueta perfecta se dibujaba a trabes del fino vestido de seda que vestía. Al verme en el suelo tirado, muriéndome de hambre y deshidratación se acerco a mi, me abrazó y dijo: “No temas, yo cuidare de ti” En ese momento lo único que conseguí hacer fue llorar desconsolado. Fue la ultima vez que llore, je, a fin de cuentas solo era un criajo que lo había perdido todo. Me saco de la ciudad sin ningún problema y me crió bajo su tutela. Lo gracioso es que resultó ser una hechicera bastante competente, su nombre era Chrona, y me enseño a controlar todo mi poder, a medida que aprendía también aprendí a manejar diversas armas de fuego, pero mis predilectas siempre fueron las pistolas, mi maestra quedo gratamente sorprendida al ver que tenia un don natural tanto para la hechicería como para el manejo de pistolas.
Pase con ella 10 años entrenando asta que mi pasado tubo que meterse por medio para joderlo todo. El gobierno de mi ciudad natal al final descubrió cual era el secreto que se llevaron mis padres y que yo les escondí delante de sus narices. Atacaron la casa de las montañas en la que vivía con mi maestra y los dos luchamos contra la infinidad de soldados que llegaban, asta que apareció un jodido mago, todavía recuerdo como atravesó traicioneramente con una lanza de fuego el pecho de mi maestra por la espalda, matándola casi al instante y después desapareció. Cuando acabe con todos los gilipollas que tuvieron los cojones de seguir plantándome cara jure que degollaría lentamente al desgraciado que se atrevió a hacerle eso a Chrona, y con toda esa rabia y ese odio corroyéndome las venas me dirigí una vez más a mi ciudad natal, y una vez allí hice volar en pedazos todo el congreso con todos los tiranos dentro, pero no encontré al culpable de la muerte de mi maestra.
Después de ese incidente decidí dejar el país y me dirigí hacia el este en busca de un modo de vida. Pase un año viajando por diferentes lugares asta que me cruce con Nihil, un pavo que podía manejar la tierra como se le antojaba. Nos hicimos buenos amigos en poco tiempo, y me uní con el a un gremio de mercenarios, donde hicimos multitud de encargos y pase muy buenos momentos. Pero como siempre la felicidad no dura para siempre, y tuve que dejar el gremio a causa de la gran cantidad de peleas en las que me metía, incluso Nihil y yo llegamos a pelear a muerte, ninguno de los dos gano ese combate, pero fue el mejor que tuve en años. Después de aquello deje esa ciudad y con ella la amistad que tenia con Nihil. Estuve viajando durante mucho tiempo asta que me metí en el gremio en el que estoy ahora, aquí conocí a Yamiko, mi compañera de piso y con quien hago todas las misiones y desde entonces asta ahora lo único que he hecho ha sido divertirme, vivir un montón de aventuras graciosísimas y disfrutar de la vida.